10 de Junio de 2021
Posteado por Bodega Lagarde en Informes

Lagarde y una gran cosecha para blancos, Malbec y Cabernet Franc

Luego de meses de mucha pasión y esfuerzo, Lagarde cerró la Vendimia 2021 y los resultados obtenidos en nuestras fincas nos llenan de orgullo. Esta temporada tan importante para nosotros es el resultado de un proceso que comenzó un año antes, cuando definimos el manejo que le daríamos a cada finca y sus cultivos. Para ello, Sofía Pescarmona (CEO y propietaria de la bodega), Juan Roby (gerente de Enología) y Fernando Bussetti (ingeniero agrónomo y responsable de viñedos) recorren nuestras fincas semana a semana, definiendo cómo avanzar en el terreno: según el varietal, su antigüedad, su suelo y manejo.

Durante el invierno pasado encaramos una profunda poda en todas las viñas de Lagarde, que dio como resultado equilibrio y balance en las plantas. Hubo una buena relación entre canopia y nivel de producción, lo cual ha sido la característica dominante de esta Vendimia.

En esta etapa, además, encaramos una reconversión de nuestros varietales plantados, sumando 12 hectáreas de Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc a nuestra finca de Perdriel, al tiempo que fortalecimos nuestro compromiso con la sustentabilidad al construir una represa, que nos permitirá lograr un mejor manejo del agua.

En los meses siguientes, además, el equipo de viña se capacitó y trabajó en la planificación del riego, en labranzas, fertilizaciones y curaciones. A pesar de tratarse de un tiempo atravesado por la pandemia provocada por el Covid-19, los cuidados y protocolos implementados por la empresa con el personal de bodega y viña, permitieron llevar adelante las tareas normalmente.

En pleno verano es cuando nuestro ingeniero agrónomo y el equipo de Enología definen el momento óptimo de cosechar cada varietal. Lagarde, una bodega mendocina fundada el 1897, realiza su cosecha de forma manual, a lo largo de seis fincas familiares, ubicadas en Luján de Cuyo y el Valle de Uco. Este año, la recolección de los frutos comenzó los primeros días de febrero, en los viñedos de alta montaña, y terminó a principios de mayo.

“El semillón es muy sensible a podredumbre de racimos, por lo que la decisión de cuándo cosechar en este año lluvioso, no fue fácil. Junto a Fernando seguimos de cerca la evolución de la madurez y, finalmente, a mediados de febrero, lo cosechamos, obteniendo muy buena sanidad y el perfil aromático y fresco que buscábamos”, explicó Roby.

“Evaluando nuestros vinos hasta ahora, podemos definir a la vendimia 2021 como excelente. Fue una temporada más húmeda y marcadamente más fresca que otras, sobre todo durante los meses de enero y febrero. A pesar de las lluvias, pudimos cosechar con una sanidad casi impecable”, agregó el gerente de Enología de la bodega.

Sobre los vinos blancos, que están en pleno fraccionamiento, Roby indicó: “Vienen muy bien, con aromas finos y elegantes, un alcohol moderado y una boca muy fresca”. Algunos ejemplos son el Viognier, de Perdriel (Luján de Cuyo), el Sauvignon Blanc, de Vista Flores (Tunuyán), y el Chardonnay de la zona alta de Gualtallary (Tupungato).

En cuanto a los tintos, se destacan por su excelente color e intensidad aromática. “Son equilibrados, tienen muy buena estructura, buena concentración, frescura y acidez”, reveló Roby, quien lidera el equipo enológico de Lagarde desde el año 2000.

En particular, sobre la cepa emblema de Argentina, Roby agregó: “Siento que el Malbec se destaca en todas las zonas: en Luján de Cuyo, específicamente en Drummond, Perdriel y Agrelo, viene con buenos colores, taninos maduros y untuosos. En el Valle de Uco, hablando de la zona de Gualtallary, tiene mucha concentración de color y aromas, así como taninos más firmes y marcados”.

Para cerrar, Roby agregó que algunos Cabernet Franc también llamarán la atención en esta añada, ya que están demostrando ser vinos con “mucha tipicidad, frescos y vibrantes”.

Resumen por Zona

Drummond (Luján de Cuyo). La finca en la que se encuentra la bodega es la más antigua que tenemos, está certificada como orgánica y es parte del patrimonio histórico de la vitivinicultura de Argentina, ya que cuenta con viñedos plantados en 1906. Justamente por su antigüedad, es una finca compleja de manejar: tiene plantas añejas, pendientes cambiantes y suelos poco uniformes. Sin embargo, es una viña que nos da una calidad de uvas excepcional. Tras mucho análisis, este año implementamos el riego por goteo, el cual nos permitirá hacer un mejor uso del recurso hídrico, que en nuestra provincia es escaso. Para ello, construimos una represa, cuyo objetivo es acumular el agua de los turnos de riego, para luego distribuirlo parcela por parcela.

“Durante la excavación que realizamos (de más de 4 metros de profundidad) para dar forma a la represa, nos topamos con raíces de las vides más antiguas de la finca. Es emocionante pensar en estas nobles plantas, en el tiempo y cuidados que necesitaron para continuar viviendo hasta la actualidad y seguir dando uvas excepcionales”, explicó Sofía Pescarmona.

Esta finca se vio beneficiada por el verano fresco que vivimos, ofreciendo rendimientos moderados a bajos, que dieron vinos elegantes con buena concentración, excelente color y estructura.

Perdriel (Luján de Cuyo). Se trató de una finca pionera en su momento, ya que a principios de los años 90, implementamos allí tecnología que todavía no se utilizaba en el cultivo de la vid en nuestro país, como el riego por goteo, el sistema grembiule para tela antigranizo y las plantas injertadas. Hoy, casi 30 años después, iniciamos un plan de renovación por sectores. Así, aplicando toda la experiencia que tenemos, hemos definido qué variedades, clones y portainjertos utilizar. Allí, sumamos 12 hectáreas de Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc y actualizamos la orientación de las hileras, lo que nos dará, entre otras cosas, racimos menos asoleados y de mayor calidad.

Agrelo (Luján de Cuyo). Esta finca fue plantada entre 2006 y 2007, momento en el que proyectábamos un Malbec de altísima calidad, con densidades de plantación alta y material vegetal obtenido de las mejores poblaciones de Malbec mendocino. Con gran alegría, podemos decir que ese trabajo está empezando a mostrar sus frutos. De esta manera y gracias a estudios de suelo que venimos realizando desde hace muchos años, sectorizamos un pequeño polígono al noreste de la finca, de donde ahora salió uno de los Malbecs que más nos gustó por su tipicidad, equilibrio y frescura.

Este viñedo se caracteriza por tener suelos con mayor contenido de arcilla y limo y más retención de agua. Esto genera que, en años frescos y lluviosos, como el que estamos atravesando, sea crítico el control del vigor de las plantas. Gracias a una sintonía fina en el riego y las labranzas, logramos gran calidad de uvas. Allí, cosechamos en abril, esperando buena madurez de taninos. Los vinos que provienen de esta finca están bien estructurados, tienen buena untuosidad y aromas intensos.

Gualtallary (Tupungato, Valle de Uco). A estos viñedos únicos, ubicados a más de 1350 de altura, cada vez los conocemos mejor. Tras una vendimia 2020, en la que el granizo nos hizo mucho daño, la decisión de colocar tela antigranizo en toda la superficie fue certera, ya que las tormentas de este verano no nos afectaron.

La frescura que suelen tener los vinos de esta zona sumó un nuevo nivel. Tuvimos que tener paciencia y esperar para cosechar con la correcta madurez polifenólica, pero el resultado es más que bueno: vinos elegantes, intensos y concentrados, de los que se puede anticipar una muy buena capacidad de guarda.

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